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Normalmente viajo sola, es como más me gusta viajar. Pero en esta ocasión fui en compañía a realizar una de las rutas que más me llamaba la atención.
Todo empezó hace algunos años, cuando unos amigos de Florencia me hablaron de la ruta del románico y de la gran importancia del románico sardo.
Antes de empezar hay que decir que iglesias románicas en Cerdeña hay muchas y muy bonitas en su mayoría, pero lo que yo he hecho es un recorrido adaptado a un día y a una zona concreta, para poder visitar las iglesias más importantes de una forma cómoda y tranquila. Existe una aplicación que os dejo al final del articulo junto con algunos enlaces que os pueden ser útiles con mucha información sobre las iglesias y sobre el románico sardo, sin duda os ayudara en vuestro recorrido.
También os digo que no soy experta en románico y que esto no es más que mi experiencia, que si os puede ser útil mejor que mejor.
La primera parada es en la “Chiesa della SS. Trinità di Saccargia”.
Ya desde lejos la vi aparecer imponente sobresaliendo entre las colinas, se encuentra a 16 km de Sassari en la carretera SS597, al margen derecho en dirección Olbia desde Sassari, entre Ploaghe y Codrongianos.
La iglesia está construida en piedra caliza y volcánica, creando una curiosísima combinación de líneas blancas y negras. La estructura es simple, se trata de una sola nave a crucero, presidida por tres ábsides.
Delante de la fachada hay un pórtico muy bonito que no deja indiferente, con siete arcos de medio punto que descansan sobre los pilares, en el centro sobre las columnas blancas hay capiteles decorados con cuatro figuras aladas y monstruosas. Según he leído, hay una historia que cuenta que Constantino I de Torres y su mujer, que pasaban por allí de viaje, se pararon a hacer noche en el convento de los monjes Camaldolesi que habían fundado ahí su abadía. Y que esa noche le pidieron a la virgen que tenían los monjes, un hijo, haciendo un voto. Su deseo se cumplió. De este modo cuando nació su primogénito, mandaron construir la iglesia como agradecimiento. Fue completada en 1116 sobre las ruinas de un monasterio preexistente. Dentro se puede ver el único fresco conservado en la isla, que realmente me dejo con la boca abierta ya que, bien sea por la disposición o por los colores imponentes, consigue envolverte en la historia que quiere contar. Fue completada en 1116. Es la más famosa de toda la ruta y sin duda merece la pena visitarla si queremos llevarnos un bonito recuerdo de este recorrido.
La siguiente parada la hacemos en “Santa María del Regno” en el pueblecito de Ardara, a unos 15 minutos de Saccargia. Se reconoce enseguida porque se ve en lo alto de la colina donde está el pueblo y esta nada más entrar en la plaza principal. Esta iglesia tiene características diferentes a la anterior ya que la piedra de su construcción es de coloración diversa y no tiene pórtico, lo más bonito de ver esta dentro, se divide en tres naves separadas por unas arcadas de columnas en las que se pueden observar unas pinturas que pertenecen al siglo XVII y en las que se representan algunos apóstoles y santos. Alzando la vista hacia el altar mayor encontramos un retablo grandísimo que está compuesto por 31 tablas y que mide unos 10 metros de alto por 6 de ancho, todo un espectáculo que no hay que perderse.
Después de tomarnos un aperitivo en el bar del pueblo continuamos nuestro camino hacia la siguiente parada, la iglesia de “ Sant’Antioco” en Bisarcio, está al margen izquierdo de la carretera y a unos 15 minutos de Ardara, actualmente la carretera está en obras pero si vas atento ves las indicaciones que te señalan el desvió hacia la izquierda en cuanto pasas el cruce de Otzieri, territorio al que pertenece la iglesia y que por cierto posee innumerables vestigios prehistóricos de altísimo interés y que recomiendo visitar sin duda alguna, pero de eso ya os contare más en otra ocasión.
Al ir acercándonos a la iglesia que está aislada en medio de las campanas ya desde lejos se va viendo, pero no podíamos imaginar lo bonito que seria, yo deje el coche justo debajo, en una pequeña explanada que hay (aunque se puede subir en coche, yo preferí hacerlo a pie, que son 5 minutos y merece la pena porque hay un recorrido de unos 100 metros muy bonito que sube por una escalinata en piedra por la que vas descubriendo la fachada de la iglesia), al llegar arriba hay una pequeña oficina donde puedes contratar una guía que cuesta 3 euros, la mía se llamaba María Cristiana y fue muy amable y simpática, (María Cristiana, por si lees esto, me debes un café), ella te explica todo lo que hay dentro, y te lleva a la parte de encima del pórtico que a mí fue la que más me gusto, tiene mucho encanto. Esta iglesia está documentada por primera vez entre el 1065 y el 1082. Os recomiendo observar bien cada detalle de esta iglesia, porque tiene muchas cosas curiosas que ver, que nos hacen entender un poco mejor como construían y como es el románico sardo.
Dejamos atrás la iglesia y volvimos por donde habíamos venido, para dirigirnos hacia el monte Limbara que se ve a lo lejos, este monte representa una frontera natural entre la región de la Gallura y la de Luogodoro en la zona encontramos algunos pueblos muy bonitos y conocidos en la zona como Tempio Pausania, Calangianus, Oschiri e Berchidda este último por el que siento predilección por sus maravillosas “panadas” que las hacen buenísimas. Nuestra siguiente iglesia de destino se encuentra en un valle precioso que recorre el rio Coghinas y desde la que veremos el lago del mismo nombre, en este territorio del ayuntamiento de Oschiri encontramos también una cantidad increíble de restos arqueológicos, desde la prehistoria, pasando por la civilización nuragica, la romana y medieval, para no perder detalle.
Tras 15 minutos más de viaje por la E840 encontramos imponente el santuario de “ Nuestra Señora de Castro” la entrada es gratuita, y abren todos los días de 08:00 a 17:00 ( por si quieres llamar para asegurarte el número es 079733018, con el +39 si llamas desde fuera de Italia) Pues como os estaba contando se trata de una joya del románico que no te puedes perder, está muy bien cuidado todo y en el patio, nada más entrar encuentras un enorme árbol, único testimonio del paso de los años, fue realizada a finales del siglo XII con la fachada en traquita roja, la iglesia es pequeña con una única nave central de 11 metros de largo por 6 de ancho pero de la que nace , a la derecha un pórtico que fue añadido posteriormente, desde fuera se puede observar también un ábside semicircular y una cubierta de madera con cerchas.
Una vez que habíamos terminado la visita empezó a venirnos hambre, por lo que nos fuimos hasta Oschiri y comimos muy bien en uno de los restaurantes que encontramos.
Después de comer y visto que ya solo nos quedaban dos iglesias solo por ver, tomamos rumbo a la siguiente, que se encuentra a unos 35 minutos por una carretera por la que es mejor usar el GPS.
La iglesia se encuentra a las afueras del pueblo de Bulzi y se llama “San Pietro del Crocifisso” es muy característica por la fachada bicolor enriquecido por arcos en piedra caliza clara. Su ubicación es única, hay quien la considera obra arquitectónica especial por su características, con el telón de fondo de las montañas y entre los prados y rocas de la Anglona es muy pequeñita y pintoresca, quizás sea el silencio que la rodea, las colinas, o su estructura, pero verdaderamente te hacer volver atrás en el tiempo, también esta es de una única nave y fue realizada en el 1050, por desgracia estaba cerrada cuando llegue y no pude verla por dentro pero volveré sin duda.
En Bulzi decidimos tomar otro aperitivo para reponer fuerzas, y después continuar hasta la etapa final de nuestra ruta, mi iglesia preferida, la iglesia de “Nostra Signora di Tergu”.Sin duda alguna la iglesia más bonita de todas para mis gusto, es pequeñita también.
Hay referencias de su fundación entre los años 1065 y 1082 bajo orden de Mariano I de Lacon Gunale, la fundaron los monjes benedictinos de Montecassino, representa totalmente la arquitectura románica con gran influencia de estilo pisano y lombardo, alrededor de la iglesia se pueden observar los restos de lo que fue la abadía de los monjes, pero sin duda esta pequeña joya del románico sardo te dejara enamorado por su fachada y su entrada.